Nuestro viaje a Costa de Marfil

Podéis ver fotografías de nuestro viaje en esta galería.

¡¡¡Ya estamos de vuelta de nuestro viaje!!!

Nuestro viaje a Costa de Marfil, donde hemos visitado los proyectos de solidaridad, ha sido toda una experiencia. Algunos decíamos que ha sido "el viaje de nuestra vida".

Ya fue chocante llegar al aeropuerto de Adbijan y darnos cuenta de la dificultad para encontrar a nuestro amigo Víctor Kpan. Lógicamente cuando él venía a España enseguida lo encontrábamos. Pero él si nos localizó: siete blancos despistados éramos fácil de localizar, además por nuestras camisetas “Rumbo a África”.

Todo un comité de recibimiento que nos hacía sentir que estábamos en familia.

Al día siguiente comenzamos nuestra aventura.

El objetivo del viaje era visitar los proyectos que desde el año 2008 venimos desarrollando en Costa de Marfil. Víctor, desde hace años, quería que conociéramos la realidad del país en su totalidad, así como algunos colegios que han sido desbastados por la guerra en Bouake. También en esta ciudad tuvimos un encuentro con los jóvenes de la Universidad.

Cada visita, cada encuentro, cada paseo, cada cosa… nos ha encogido el corazón. Unas veces de alegría, pero muchas, muchas de impotencia al ver con nuestros propios ojos la realidad de las calles, de las gentes, de la sociedad…

Gente sencilla, limpia, a pesar de la miseria que les envuelve. Al principio reticente con nosotros, pero luego afable, agradecida y…alegre, y esta alegría es lo que más nos llamaba la atención.

Para un porcentaje altísimo de las gentes que hemos visitado, era la primera vez que veían a “un blanco”, y sobre todo para los niños era motivo de una gran sorpresa el color de la piel.

Difícil de expresar lo que estos diez días han significado para cada uno de nosotros. Ahora necesitamos tiempo para “digerir” lo vivido.

Las visitas a los proyectos de las Becas de Estudio, de la Escuela de primaria, el Dispensario, el Locutorio, la Cooperativa de Mujeres, era motivos de alegría. Una pequeña gota en medio del océano, pero que por otro lado, ha cambiado las posibilidades de muchos, su calidad de vida. Bien por la posibilidad de estudiar, de disponer de un médico cercano, de un trabajo para salir adelante; en el caso de los jóvenes de tener el deseo de quedarse en su país y luchar por su trabajo.

Viendo todo el conjunto de la sociedad parecía que nuestra labor era muy pequeña, pero viendo la gratitud de estas gentes, la alegría en su recibimiento, en sus muestras de cariño, nos dábamos cuenta, de que quizás a nosotros, desde nuestra realidad, nos puede parecer poco, pero para muchos de ellos es “la posibilidad, la única posibilidad que han tenido en su vida”. Por eso nos alentaban a no desfallecer, a seguir y por esta razón traemos muchas, muchísimas peticiones de muchísimas necesidades que hemos constatado que son reales, muy reales.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos los colaboradores que han hecho posible este viaje.

Os adjuntamos la carta recibida de Víctor que expresa lo que ha sido también para él vivir esta experiencia de convivencia.

Un deseo en el corazón para el que os necesitamos a TODOS VOSOTROS: seguir trabajando por la justicia a través de estas pequeñas “gotas de esperanza” que están creando un intercambio de fraternidad a pesar de los distintos credos y del color de la piel.

 

Estamos preparando una jornada de Puertas Abiertas para poder contaros nuestras vivencias, impresiones, etc… y también el estado de los Proyectos en curso y los nuevos retos de la Asociación.

1 de septiembre de 2014.


Estimados Amigos de la Asociación "Levántate y Anda"


Sólo quería dar las gracias a cada uno de vosotros, a Carmen Murcia, a Ana (la traductora) a Irene (que tiene que animar a más Vascos el año que viene), a Paloma (por sus cigarillos) a Jesús (quien con sus fotos mostrará la realidad de Costa de Marfil), a Jesús Ayuso (por su baile en Françoikro que marcó a la gente) y por fin a José (que era como el padre del grupo, que cuidaba a todos).


Gracias de verdad por este coraje. No fue fácil y yo mismo no me lo creía. No pensaba  que ibais a poder venir porque primero, el mes de agosto fue fatal para la aviación. Hubo cuatro  accidentes  de avión en el mundo y uno en África. Lo que desanima a cualquier viajero. Y  como si eso no fuera suficiente, en un país vecino al mío brotó una enfermedad: el ébola. Lo único que espera era vuestra llamada para decirme que habíais cancelado vuestro viaje.


Pero gracias a Dios, habéis venido y habéis sido testigos en directo de las pequeñas luces de "esperanza" que habéis encendido desde España en el corazón de estas personas. Frutos de vuestros esfuerzos durante años para recaudar fondos para estos proyectos. Gracias de Nuevo. Ahora conocéis el rostro de estas personas para las que habéis hecho tantos esfuerzos y habéis regresado  con vuestras maletas llenas de nuevas esperanzas de este pueblo que en pocos días os ha amado como si fuerais nativos.


Pensando en este viaje, creo que fue con un empujón de Dios. Una semana antes de vuestra llegada llovía a cántaros. Hubo corrimientos de tierra, de casas, con muertos y durante vuestra estancia nada, ni lluvia ni nada y hasta pudimos ir a Françoikro en motocross (según Irene). Creo que no fue por casualidad, Dios nos echó un cable...


Gracias campeones, un millón de  gracias y esperamos a veinte el año que viene. ¡De acuerdo!


Un fuerte abrazo.
Víctor (desde mi selva que  ahora conocéis)